Descripción

La primera vez que me enamoré de Lucas fue leyendo este libro de cuentos. Me sentía sola en una ciudad nueva. Era la primera vez que salía de mi país de origen. Escuchaba con extrañeza la sinfonía hablada de otros idiomas. La cronología de las cosas que vuelan cruzó el océano y aterrizó en mi regazo. Leí cada cuento con el cariño de quien acaricia un animal en reposo. Dilató el tiempo para que lo leyera sin prisa y se aceleró cuando lo cerré, dándome cuenta de que habían pasado horas sin que lo percibiera. Reconocí en mí partes de cada historia. El poste, la muñeca, el vuelo. Hay magia en reconocerse en la soledad, no hay espejo que te indique quién deberías ser. Fue él quien despertó en mí la libertad de la exploración sin fronteras. Después me enamoré de Lucas algunas otras veces, ha sido así todos los días, en otros lugares. Deseo que este libro aterrice en tu regazo y te encante como me encantó un día. Somos seres libres en movimiento. Cada camino es un vuelo.

Ingrid Herculano Magalhães

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