Descripción

Se trata de un libro sui géneris y sin filtros (“como viene”) de poesía, cuyo tema o, mejor dicho, cuyo propósito es explorar la pregunta que también interesó a Borges: “Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. / ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza / de polvo y tiempo y sueño y agonía?” Es decir, ¿qué tanto somos realmente autores de nuestras decisiones y actos? ¿Realmente lo somos, o se trata únicamente de un truco como cuando parece que habla y se mueve por sí mismo un muñeco de ventrílocuo?
Todo quien haya alguna vez escrito un poema, un cuento o una novela, conocerá esa sensación de ser sorprendido por los caminos que toma su propia obra; lo mismo todo aquel que haya soñado, haya vivido o se haya enamorado. ¿Gozamos entonces realmente de alguna soberanía, o simplemente vamos por la vida de la mano de algún oculto Ventriloquista enloquecido pues, para hacer Su voluntad en realidad no nos necesita?
Cabe advertir que no brindo que el libro no brinda ninguna respuesta, todo ocurre sin la tiranía del sentido; sin porqués, azaroso como a manos de un ventriloquista loco, es decir igual que el arte, el amor, el destino, y el misterioso pleonasmo de la muerte y la vida.