Descripción

Hay algo urgente en la poesía de Lola, algo que se quema, que tiene que salir. La ausencia, pero también el amor, la forma del amor. ¿Cuánto duran los duelos? ¿Cómo se despide a las personas que amamos? En Las primeras cosas y también las últimas hay indicios de todo esto, pero lo más interesante es que no hay respuestas. El cuidado por las palabras, por la forma del poema, hacen del recorrido un viaje placentero. La búsqueda constante por la imagen perfecta que describa de manera también perfecta eso que está ahí, esa sensación, ese amanecer, esa forma de decir adiós. Hay que destruir para reconstruir. Los poemas se suceden como las olas, que llegan a deshacerse a la orilla para retomar la embestida con más fuerza que antes. Crecer, quemarse, gritarle a la noche, tener miedo. Ver morir. Mirar a la muerte y decirle cosas. Las primeras, pero también las últimas. Los poemas también son imágenes que no se van tan fácil, se quedan con nosotros incluso después de un tiempo de haber terminado de leer, después de cerrar el libro, de querer pensar en otra cosa. ¿Qué hago con un poema?, se pregunta Lola cuando empieza el libro, y se responde que con un poema quema una casa. Entonces, con este libro, puede incendiarlo todo.

Federico Perez Losada